El puente de mayo son unas pequeñas vacaciones, entre Semana Santa y verano, ideales para aprovechar a planear alguna que otra escapada. Muchos deciden quedarse en casa para descansar de la rutina diaria pero otros, quizá los más aventureros, están deseando que lleguen estos cinco días para partir de casa hacia un lugar desconocido donde vivir plenas experiencias.
A pesar de que el puente de mayo suele tener precios desorbitados en cuanto a viajes, lo cierto es que siempre se pueden encontrar verdaderas gangas y, además, no es necesario emprender un viaje con destino lejano para decir que este puente has salido de tu casa.
Así, por ejemplo, una casa rural en la sierra de Madrid, un spa con todo incluido en una pequeña ciudad conocida o practicar esquí en alguna estación cercana a nuestra provincia, pueden ser planes no muy caros e ideales para desconectar del trabajo. Recomendamos unos cuantos: