ACI World adelantó, en un boletín que abarca el periodo 2024-2053, que los viajes en avión llegarán a tanta cifra —aproximadamente 22.300 millones de pasajeros—, lo que, en términos simples, equivale a dos veces y media lo que se esperaría ver en 2024. Estas cifras se basan en datos recientes del año pasado y en predicciones algo modestas para 2025.
Generalmente se comenta que entre 2024 y 2043 el número global de viajeros subirá a razón de un 3,4% anual, llevando la cuenta a casi 17.700 millones. Luego, para 2045, se estima alcanzar los 18.700 millones, lo cual duplica lo que se vio en 2024, según algunos cálculos preliminares.
El año inmediatamente anterior registró unos 9.500 millones de pasajeros, evidenciando un aumento del 9% respecto a 2023. Vale la pena notar que esa cifra fue menor a la prevista inicialmente. Originalmente, se esperaba llegar a 11.400 millones en 2024, aunque esas predicciones no consideraron del todo el golpe que dejó la pandemia. En la mayoría de los análisis actuales se cree que para 2025 los mercados habrán dejado atrás los estragos de la COVID-19 y encontrarán un ritmo de crecimiento más estable, con proyecciones que rondan los 9.900 millones de pasajeros y una subida anual del 4,8%.
Hablando de regiones, África se perfila con 236 millones de pasajeros en 2024, lo que representa un 107% en comparación con 2019. Mientras tanto, tanto Asia-Pacífico como Europa se ubicarían en torno a los 5.000 millones (103% y 102%, respectivamente), y América Latina junto al Caribe se anticipa que supere la marca con 746 millones (equivalente a un 111% de los niveles de 2019).
Por otro lado, Oriente Medio proyecta unos 443 millones (109% en términos pre-pandémicos) y América del Norte se mantendría en cerca de 1.000 millones (104% respecto a 2019). Sin entrar en tecnicismos excesivos, los mercados emergentes y en desarrollo tienden a crecer a un ritmo más acelerado, destacándose Oriente Medio y Asia-Pacífico con tasas del 5,2% y del 5% respectivamente entre 2024 y 2030, dejando atrás la media global del 4%.
No obstante, todo este repunte también enfrenta desafíos. Entre ellos, las tensiones geopolíticas podrían complicar el panorama: por ejemplo, se baraja la posibilidad —algo debatida— de que, bajo una segunda administración de Trump, EE.UU. reincida en la reintroducción de aranceles, lo que afectaría indirectamente la demanda de viajes internacionales. A eso se suman, de forma algo inesperada, los retrasos en las entregas de aeronaves; estos imprevistos elevarían los costos operativos, y afectarían la confianza de los pasajeros, en un contexto ya incierto.
Por último, Justin Erbacci, Director General de ACI World, ha manifestado que aeropuertos, aerolíneas y responsables de las políticas deben actuar con audacia —y con cierta visión futurista— para anticipar y solventar las necesidades venideras, pues el reto es tan grande como el cambio inminente en la industria.