El turismo interno en Rusia se ha disparado en los últimos dos meses en medio de una crisis sin precedentes en los viajes internacionales.
El aumento del interés es bastante claro, ya que los datos recientes muestran un déficit de sólo el 5 % con respecto a 2019, mientras que la tasa de ocupación hotelera en todo el país es un 20 % mayor que el año pasado.
El efecto Putin
En este contexto, hay que señalar que en Rusia hay un factor muy particular que desempeña un papel importante en el mercado turístico nacional: el presidente Vladimir Putin.
Puede parecer una locura, pero es cierto. Por ejemplo, las autoridades turísticas están planeando desarrollar rutas turísticas en las regiones en las que a Putin le gusta relajarse, ya que hay una gran demanda para visitar los lugares que antes visitaba el jefe del Estado.
Desde el año 2000, Putin ha estado de vacaciones en varias regiones de Rusia. Algunas de ellas, como Krasnaya Polyana o la costa del Mar Negro, se han convertido en los destinos más populares entre los rusos.
Otras, como la estación de esquí de Abzakovo, se convirtieron en puntos de atracción inmediatamente después de la visita del presidente, pero luego volvieron a su nivel de popularidad anterior.
Por último, está Siberia, donde todavía no se ha producido un especial aumento del tráfico turístico, debido principalmente a la lejanía, la compleja logística y, por tanto, el elevado coste del viaje.
Sin embargo, la atención de Putin contribuye al crecimiento de la popularidad del turismo interno en Rusia. O al menos eso es lo que creen las autoridades turísticas locales.
El auge de la estación de esquí de Abzakovo
Como ya se ha mencionado, un ejemplo del positivo efecto "presidencial" en el turismo nacional ruso es la estación de esquí de Abzakovo.
Abzakovo experimentó un gran auge en el año 2000, cuando Vladimir Putin voló hasta allí tras la inauguración. La estación de esquí experimentó inmediatamente un aumento en la popularidad y comenzó a expandirse: construyeron nuevos teleféricos, pistas, y nuevos hoteles.
Y si bien es cierto que tras la crisis de 2007 (y la última visita de Putin en 2003) hubo un descenso de la demanda en la estación, en la década de 2010 la estación se recreó y, también gracias a la puesta en marcha de un tren eléctrico de alta velocidad desde Ufa, vuelve a estar entre los destinos invernales rusos más populares.
Fiebre olímpica
Sochi y Krasnaya Polyana han recibido la mayor atención de Putin. La reconstrucción de Sochi y Adler para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 y la construcción de un conjunto de montañas desde cero fue uno de los principales proyectos de infraestructura del presidente durante su etapa como jefe de Estado.
Putin lleva siete años consecutivos esquiando en las estaciones locales, mientras que durante el verano pasa tiempo en su residencia de Sochi (Bocharov Ruchey), que obviamente atrae mucha atención.
A pesar de las numerosas controversias que rodearon a los Juegos Olímpicos, la estación comenzó a ganar impulso con bastante rapidez y casi inmediatamente se convirtió en una de las estaciones de esquí más populares de Rusia.
La región se ha beneficiado mucho de esta popularidad desde entonces, habiendo registrado un aumento de 5 millones de visitantes a 6,2 millones en el lapso de 5 años entre 2014 y 2019. En consecuencia, también se ha producido un aumento significativo de los ingresos.
Los viajes de Putin a la taiga
Antes de la finalización de numerosos proyectos de construcción en Sochi, Putin comenzó a explorar la taiga. Uno de los primeros de una serie de reportajes fotográficos sobre las vacaciones del presidente fue un reportaje sobre un viaje a Tuva y Jakasia en el verano de 2013. Después, Putin estuvo de vacaciones en el lago Tokpak-Khol y volvió a la taiga en numerosas ocasiones, incluso en 2021.
El "efecto Putin" en los dos destinos mencionados fue bastante claro, pero Siberia es sin duda un hueso duro de roer, teniendo en cuenta también que, por ejemplo, Tuva, es el peor lugar para vacacionar en Rusia según muchos expertos.
La razón de ello es, sobre todo, la escasa infraestructura y la falta de oferta. A partir de ese mismo año, el jefe de la república vio el potencial del turismo: comenzó a modernizar el aeropuerto y se dirigió a Putin con la petición de dar una instrucción separada sobre el desarrollo del turismo en Tuva.
Por ello, Tuva decidió desarrollar el sector de una manera probada: combinando las instalaciones turísticas en un clúster.
En 2020, apareció el proyecto de clúster VisitTuva.ru, que incluía el centro multifuncional turístico de Chagytai, el complejo de esquí de Taiga, el complejo de Dus-Khol y los centros de pesca con licencia en los distritos de Kaa-Khem y Chaa-Khol.
Las autoridades locales esperan que, a finales de 2021, 78 mil turistas visiten Tuva, lo que supone casi un 90% más que en 2020. De este modo, se pone de manifiesto una vez más el "efecto Putin" en el turismo interno de Rusia.