La industria del turismo está estrechamente interconectada a nivel mundial. El hecho de que algunos países estén significativamente más adelantados en las tasas de vacunación está creando nuevas desigualdades e impidiendo que el turismo mundial se recupere de forma generalizada.
La vacunación contra el virus Covid es actualmente crucial para viajar en 2021 y ciertamente lo seguirá siendo en 2022. La comunidad mundial de viajeros es razonablemente unánime al respecto, aunque, por supuesto, sigue habiendo muchas diferencias en el diseño de las normativas de viaje.
Pero no basta con "vacunar y relajarse", porque el problema es mucho más complejo: no basta con alcanzar determinadas tasas de vacunación en países concretos, sino que, si no se alcanzan en otros países, se corre el riesgo de que se produzcan escenarios similares a los de la variante delta, que hizo estragos con especial fuerza en países que hasta entonces habían estado bien cerrados, pero que tenían poca cobertura de vacunación.
Pero es precisamente aquí donde se abren enormes brechas. En los países del tercer mundo, la tasa de vacunación (con todas las vacunas) ronda el 3%. En cambio, los denominados "países de renta alta", donde la tasa de vacunación ya alcanza una media del 60%, cuentan con más de 870 millones de dosis de vacunas, de las cuales se calcula que 241 millones caducarán a finales de año, sin que exista ningún plan para redistribuirlas. Así pues, aproximadamente un año después de que las empresas farmacéuticas comenzaran a distribuir las vacunas Covid, está claro a dónde fueron a parar principalmente las vacunas. Y esta "brecha de vacunación" no sólo supone un peligro para la salud de los países del tercer mundo, sino también una recuperación más lenta de la economía y del turismo mundial.
Cada vez son más los países que abren sus fronteras a las personas vacunadas y recuperadas (o incluso quienes hayan dado positivo). Pero en los países en los que la población general no tiene acceso a la vacunación, se temen nuevas oleadas de COVID-19, especialmente de nuevas variantes. Si las tasas de vacunación siguen siendo tan bajas en muchos países, es más probable que se desarrollen nuevas variantes (incluidas las "variantes preocupantes", como la variante delta) que pueden prolongar la pandemia y suponer una amenaza para los sistemas sanitarios de todo el mundo.
La industria del turismo es extremadamente importante, especialmente en muchos países del segundo y tercer mundo, pero su recuperación se ve frenada por una disparidad de vacunas que es prevenible en sí misma. Esto, a su vez, puede tener efectos negativos en la industria turística mundial, incluso en los "países del primer mundo". En resumen, si no se garantiza la igualdad de las vacunas, la recuperación del turismo mundial se ve amenazada porque seguirá habiendo incertidumbre sobre lo que pueda venir, lo que a su vez afecta a la confianza de los consumidores finales.