La solución no es difícil, pero requiere que se ponga en práctica la voluntad política y se rompan los clichés y estereotipos. El sector turístico argelino adolece de una falta de estrategia adecuada.
Es inminente un debate nacional de las autoridades sobre la situación que atraviesa el turismo nacional, así como la discusión en los medios para remediar esta situación que ha durado demasiado tiempo.
El turismo argelino lleva tiempo con problemas; se remonta a más de cuatro décadas en las que la situación empeoró por la falta de una verdadera estrategia y política para sacarlo de su estado de coma.
Al comienzo de cada temporada de verano, las autoridades hablan de las medidas y disposiciones que se tomarán para revisar y replantear la política turística. Pero la pregunta que queda en el aire y que plantean la mayoría de los especialistas del sector es: ¿existe realmente una política y una estrategia turística digna de ese nombre en el país?
Los expertos en turismo argelino han recordado varias veces a los poderes públicos la amarga paradoja que supone decir que "Argelia tiene petróleo, pero no tiene ideas para impulsar su turismo".
Un eufemismo que dice mucho de la realidad del turismo argelino el cuál está reducido a una especie de agitación y estrépito. ¿Por qué los poderes públicos no consiguen concebir una estrategia turística a la altura del potencial turístico argelino? ¿Son las ideas las que faltan o es la falta de voluntad política? Ideas hay de sobra. Argelia cuenta con especialistas y expertos cuya contribución es inestimable. Las reuniones nacionales son más necesarias que nunca para salvar este sector que no va bien en comparación con otros sectores que funcionan como pueden.
Hay que tomar medidas serias y concretas para acabar con una gestión que se limita a los retoques.
El turismo tiene un impacto favorable en el desarrollo económico de un país. Esta regla no se les escapa a los conocedores de este sector. Argelia necesita un verdadero despegue económico. Sin embargo, es necesario que las autoridades dejen de lado la gestión aleatoria y las prácticas absurdas en cuanto a las aprensiones y reflexiones sobre lo que concierne al futuro del país y su presencia en el tablero de las naciones que se respetan.
El turismo mundial ha aumentado su actividad en un 30% aproximadamente en los últimos veinte años y ha crecido hasta un nivel que representa el 15% de la actividad económica mundial, según las estadísticas del PNUD. Esto informa sobre el potencial que representa este sector a nivel económico como vector y fuente de creación de empleo.
El turismo se ha adaptado para convertirse en uno de los eslabones fuertes de la cadena de producción en el ámbito de la economía verde, proporcionando mecanismos para encajar en el nuevo enfoque adoptado por todas las estructuras de la ONU en este ámbito, a saber, el "Desarrollo Sostenible". Argelia debe asimilar imperativamente los nuevos retos del desarrollo económico y las ventajas que ofrece el sector turístico.
La voluntad política y la cultura turística deben retomar su sentido para hacer de Argelia una verdadera joya del turismo y un destino capaz de sacar al país de sus viejos clichés que traen más perjuicios que beneficios.
