El Aeropuerto Internacional de Kalamata Capitán Vassilis Constantakopoulos en Grecia recibirá más turistas después de la pandemia. Actualmente, las instalaciones del aeropuerto, operadas por la autoridad estatal de Aviación Civil YPA, son bastante modestas.
Antes del inicio de la pandemia del COVID-19, el aeropuerto de la ciudad de Kalamata, al suroeste de la península del Peloponeso, todavía figuraba entre los 38 aeropuertos comerciales más importantes de Grecia, registrando 336.000 pasajeros.
Como preparación para el tan ansiado boom en viajes después de la pandemia, el aeropuerto necesitaría gastar entre 60 y 80 millones de euros para ampliar la terminal y remodelar la pista, las calles de rodaje y la plataforma, según un estudio del Ministerio de Transporte.
Según fue anunciado, el dinero provendrá de un inversor privado. Kalamata es uno de los 23 aeropuertos nacionales que el estado quiere poner en manos de operadores privados. En los últimos años, el país ha tenido buenos resultados con la privatización de aeropuertos.
En 2017, el estado otorgó las concesiones de 14 aeropuertos nacionales al grupo alemán Fraport para operarlos durante los próximos 40 años. El acuerdo para las operaciones de Fraport en Grecia costó 1.240 millones de euros y, en los últimos cuatro años, la empresa ha invertido 440 millones de euros en la construcción de nuevas terminales y pistas, además de la renovación de las instalaciones.
Tres meses antes de lo previsto, Fraport completó la modernización de los aeropuertos en febrero de 2021. Esto significa que Grecia ahora cuenta con una infraestructura aeroportuaria de última generación, justo a tiempo para el inicio de la era post-Covid, desde Tesalónica en el norte hasta islas populares como Corfú, Mykonos, Santorini y Rodas, y Chania en Creta en el sur. El primer ministro Kyriakos Mitsotakis se refirió a los nuevos aeropuertos como “puentes hacia un verano de mayor libertad” durante la ceremonia de entrega en Tesalónica.
Se espera que Fraport finalice su oferta en Grecia con la adjudicación de nuevas concesiones aeroportuarias, y encabezando la lista de privatizaciones se encuentra Kalamata. La licitación está prevista para las próximas semanas.
El aeropuerto no solo es el más grande de los que aún pertenecen al estado, sino que también tiene muy buenas perspectivas de crecimiento, y todo se debe al hombre cuyo nombre lleva. El magnate griego Vassilis Constantakopoulos, que murió en 2011, dejó a sus tres hijos la compañía naviera Costamare, que cotiza en Nasdaq, que no solo posee la tercera flota privada de portacontenedores más grande del mundo, sino también un balneario cinco estrellas con campo de golf en la región de Costa Navarino.
La familia del ‘rey de los portacontenedores’, como se le conocía, ha invertido hasta ahora alrededor de 1.200 millones de euros en el complejo de hoteles y villas en la costa de Mesenia, la cual se inauguró en 2010. Esto ha hecho que la región, que hasta entonces era conocida principalmente por las aceitunas Kalamata, se vuelva uno de los destinos de más rápido crecimiento en Grecia.
El auge del turismo también se refleja en el número de pasajeros en el aeropuerto de Kalamata. Entre 2010 y 2019, el número se ha cuadriplicado. La empresa inmobiliaria y hotelera Temes S.A., propiedad de la familia Constantakopoulos, se considera un posible aspirante para retener las concesiones del aeropuerto, el cual tiene una importancia vital para el futuro desarrollo de Costa Navarino.