La crisis del COVID-19 ha paralizado el crecimiento de la industria aeroespacial. Entre las grandes dificultades financieras que enfrentan las aerolíneas y las dudas que rodean la recuperación del turismo internacional, los fabricantes y proveedores tendrán que lidiar con una de las mayores adversidades en su historia. Una situación tan fuera de lo común que intentar predecir el mercado de valores se está convirtiendo en un verdadero reto...
En todo el mundo, el nuevo coronavirus o COVID-19 ha causado que se suspenda el transporte aéreo, lo que plantea un gran interrogante sobre el futuro de la industria y los fabricantes de aeronaves. La situación no tiene precedentes, y pocos analistas se atreven a anticipar pronósticos debido a la gran incertidumbre de esta crisis sanitaria, y ahora económica.
Sin embargo, lo que sí se puede ver es la enorme escala y la gravedad del fenómeno. La industria atraviesa una de las peores crisis en 20 años, y solo está empezando. Esta situación es mucho más difícil y tiene un impacto mucho más fuerte que la que se vivió con los atentados del 11 de septiembre.
En un contexto en el que las aerolíneas son los principales contratistas de la industria y ahora se ven estancadas, las carteras de pedidos (order book) son prácticamente inexistentes. La industria aeroespacial ha tenido que adaptarse rápidamente y reducir considerablemente su alcance. Las plantas de ensamblaje de aeronaves también se encuentran paradas, y las aerolíneas casi en bancarrota, por lo que muchas aspiran recibir alguna ayuda del gobierno.
Incertidumbre sobre la reanudación de vuelos
Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que representa a 290 aerolíneas con el 82% del tráfico aéreo mundial, a principios de abril, la cantidad de vuelos en todo el mundo colapsó en un 80% en comparación con el mismo período en 2019. Además, muchos estudios aseguran que la recuperación será lenta. Y esta lentitud afectará el entusiasmo de los viajeros.
El miedo a nuevos brotes del COVID-19 también tendrá un impacto. Según la IATA, 40% de los viajeros piensan esperar al menos seis meses antes de retomar los vuelos. Por su parte, el gabinete del Boston Consulting Group (BCG) cree que el retorno al tráfico aéreo normal no sucederá antes de fin de año.
Las aerolíneas también se verán obligadas a respetar las reglas de distanciamiento social, lo que representaría una carga de pasajeros relativamente baja. Además, el asomo de una recesión genera temores de un impacto todavía mayor.
A su vez, la incertidumbre causada por esta crisis tendrá peso en los pedidos de nuevos aviones. Según un estudio de Archery Strategy Consulting, publicado a principios de abril, la demanda de nuevos aviones podría disminuir entre 40 y 60% durante los próximos cinco años. Los expertos esperan que la demanda de nuevos aviones solo caiga en un 20%.
Ante un panorama como este, ¿cómo podría sobrevivir la industria aeroespacial?
Airbus, mejor preparado que Boeing
Airbus y Boeing, los fabricantes de aviones más importantes del mundo, no tienen los mismos activos para recuperarse de esta crisis. Ambas empresas no están enfrentando la crisis con las mismas armas, y los expertos creen que Airbus se recuperará más fácilmente que su competidor.
Antes de la crisis, Boeing ya tenía problemas con su avión de fuselaje estrecho 737 MAX. En enero, Boeing anunciaba que los costos debido a la prohibición impuesta a su 737 MAX superarían los $18 mil millones de dólares.
Además, en un escenario donde los aviones de fuselaje estrecho representen la mayoría de su flota (60% en 2019), Airbus tiene una clara ventaja (55% de participación de mercado para Airbus ante 40% de Boeing en este tipo de aeronaves). Esto se debe a su cartera de productos mucho mejor calibrados, como el A220 y en especial el A321XLR, que se adapta mejor a la demanda de aviones de tamaño medio de las aerolíneas, las cuales han estado alejándose de los aviones grandes.
La crisis sin duda reforzará la tendencia de las aerolíneas a centrarse principalmente en los segmentos en los que generan ingresos.
¿Una industria apoyada por órdenes militares?
El cierre general de la aviación civil causado por el cese de actividades de las aerolíneas no implica el cierre del lado de la seguridad en la industria aeroespacial.
En una entrevista reciente para la revista Der Spiegel, Guillaume Faury, CEO de Airbus, insinuó que los estados de la Unión Europea podrían apoyar las actividades de la industria al hacer nuevos pedidos de aeronaves de defensa. Esto tuvo un efecto positivo inmediato en el precio de las acciones en el mercado de valores.
Sin embargo, es difícil pensar que, en una situación en la que el gasto público ya está fuera de control, los miembros de la UE podrán compensar por completo la disminución en la demanda de pasajeros.