El sector turístico turco, que representa el 5% del PIB del país, se ha visto muy afectado por la guerra al otro lado del Mar Negro. Rusia y Ucrania están entre los principales países de origen de sus turistas. Por ello, la temporada turística parece perdida.
La economía turca sufre una inflación récord de más del 50% en un año. Esta es una de las razones por las que Turquía, aunque apoya a Ucrania, no se sumó a las sanciones occidentales contra Rusia, desde el comienzo de la guerra en Ucrania. En particular, se rehúsa a prohibir la entrada de aviones rusos en su espacio aéreo.
Turquía necesita de los rusos y ucranianos para reactivar el sector turístico. El año pasado, cuatro millones y medio de rusos acudieron a las playas del sur del país, en Antalya o Mugla, a pesar de la pandemia. Rusia es el primer mercado emisor de turistas en Turquía, por delante de Alemania y ... Ucrania. El año pasado, 2 millones de ucranianos visitaron Anatolia. Las dos nacionalidades representaron una cuarta parte de todos los turistas extranjeros el año pasado. Para las agencias de viajes que trabajan principalmente con estos dos países, la guerra es sinónimo de una temporada turística arruinada.
Para los profesionales del turismo, la temporada de 2022 parecía prometedora. Pero la guerra ha comprometido las esperanzas del sector. "Podemos olvidarnos de los dos millones y medio de turistas ucranianos que esperábamos para este año", se lamenta Tolga Gencer, miembro destacado de la Unión de Agencias de Viajes Turcas (Türsab).
Explica que todos los que viven del turismo han tenido que replantear su estrategia: "En el caso de los rusos, debido a las sanciones económicas, seguramente no tendremos los 6 o 7 millones esperados. Incluso si se firmara un alto el fuego mañana, habría 2 o 3 millones de rusos como máximo. Y si las sanciones duran, ni siquiera tendremos eso".
Los profesionales de los viajes también temen tener menos clientes de Europa Occidental, que evitarían Turquía por su proximidad geográfica a Ucrania y Rusia.
