Los turistas rusos y ucranianos han disfrutado con gran pasión de las playas y los paisajes de Turquía en los últimos dos años y se han convertido en indispensables para la industria turística local.
Sin embargo, en el tenso contexto actual de la guerra en Ucrania, las perspectivas parecen algo más sombrías y quizá sea el momento de que Turquía empiece a buscar viajeros de otros lados para mantener el sector en funcionamiento.
Qué esperar en 2022
Si bien la invasión rusa es una increíble tragedia humanitaria, las repercusiones de la guerra podrían ser más amplias de lo que cabría esperar. Y es muy probable que el sector turístico de Turquía se vea implicado.
Rusia representó el año pasado el mercado emisor de turismo más importante para Turquía, con 4,6 millones de llegadas, mientras que Ucrania ocupó el tercer lugar con una cuota de dos millones de personas.
En 2022, el sector turístico turco esperaba la llegada de 7 millones de rusos y 3 millones de ucranianos. Sin embargo, con la situación actual, los representantes del sector han empezado a buscar nuevos posibles mercados emisores.
Y en este contexto, parece que el país ha intensificado sus actividades de promoción, especialmente de cara a los turistas europeos, para empezar a llenar el vacío que se creará con la ausencia de los rusos y ucranianos.
El número de turistas europeos ya crece
A juzgar por los datos de los dos primeros meses de 2022, el número de viajeros europeos está aumentando. Aunque esta cifra aún no ha alcanzado los niveles anteriores a la pandemia, el impulso adquirido es alentador para el sector.
Por ejemplo, los turistas británicos han comenzado a comprar masivamente viajes a centros turísticos en Turquía, con aviones llenos que ya llegan al país desde finales de marzo. Si este ritmo continúa, seguramente se batirá el récord de turistas británicos en Turquía en 2019.
Esto es alentador para Turquía, pero aún es difícil decir si esto llenará el vacío que se producirá en los mercados ruso y ucraniano. Por ello, desde el punto de vista económico, también es muy importante que los viajeros europeos con alto poder adquisitivo prefieren más Turquía.
En términos de número de turistas, quizá no se alcance el nivel deseado, pero si los ingresos de cada turista aumentan, esto representará un éxito importante para la industria turística turca.
Hay dos puntos más que no deben olvidarse. En primer lugar, hay novedades en la política exterior de Turquía. En las relaciones con los países con los que hubo problemas en el pasado, se han empezado a abrir "páginas blancas".
Estos avances también tendrán un gran impacto positivo en el turismo. Y la segunda cuestión es la de los turistas nacionales. ¿No sería correcto que los hoteleros hicieran más para estimular ese turismo nacional del que nos acordamos solo cuando hay problemas?