Desde las Maldivas se ha propuesto una forma de revivir el turismo después del cierre por coronavirus. Sin embargo, esto poco tiene que ver con medidas sensatas, y mucho con aprovecharse de la situación.
En la actualidad, prácticamente todas las aerolíneas están registrando un incremento en vuelos nuevamente, mientras que muchos países consideran levantar las restricciones y condiciones para la reapertura de las fronteras. Pareciera que el mundo por fin despierta de la pesadilla del COVID-19. Más de una vez se ha planteado que esto puede ser una gran oportunidad para reposicionarse, crear nuevas reglas y objetivos.
Como suele ser el caso, algunas empresas y negocios ven en esto una oportunidad para ganar algo de dinero extra a expensas de la miseria o credulidad de los demás. Pero cuando todo un país lo hace, se convierte en un acto particularmente desagradable, y esa es al menos la impresión que Maldivas está dando al resto del mundo.
El popular país insular, conformado por cientos de islas paradisíacas, ha anunciado su estrategia para reiniciar la tan importante industria del turismo. Para ello, el país quiere centrarse sobre todo en la seguridad (sanitaria) de sus invitados. Esto no está mal en principio, pero la lista de condiciones y en especial los precios son un poco elevados.
Primero, los turistas deberán mostrar una reserva en algún resort que posea una “Licencia de Turismo Seguro” para poder ingresar al país. Esta licencia se otorga a resorts y centros turísticos que demuestren haber implementado las nuevas normas de higiene (por ejemplo, capacitación especial para empleados, marcas de distanciamiento social, habitaciones especiales para aislamiento/cuarentena). Sin embargo, el pequeño problema es que la tarifa para obtener dicha licencia es de US$50.000. Pero eso no es todo: los turistas con una reserva en estos lugares deberán adquirir una visa especial de turista, cuyo costo es de US$100 por persona y se tendrá que pagar “hasta nuevo aviso”, aunque solo se necesitará si los turistas pasan al menos 14 noches en las Maldivas.
Además, los turistas tendrán que presentar un certificado médico que no tenga más de una semana (prueba de PCR) o dos semanas (para detección de anticuerpos). E incluso si se presentan estos exámenes, se realiza una prueba de PCR adicional al ingresar al país, con un costo de US$100 por prueba. Por supuesto, el turista estará “encerrado” en su habitación del resort hasta que los resultados de la prueba estén disponibles.
50.000 para arribo y 50.000 para la licencia
Incluso los proveedores de servicios de transporte deberán pagar. A partir del 1 de junio, se podrá ingresar al país en avión privado o yate. Se cobrará una tarifa de aterrizaje de US$50.000 para aviones privados, y una tarifa de anclaje de US$10.000 para yates. A partir del 1 de julio, los vuelos chárter y programados podrán aterrizar en el país nuevamente pagando la misma tarifa de aterrizaje (US$50.000). Las pensiones y los hoteles podrán volver a utilizarse libremente a partir del 1 de agosto. La fecha para permitir la llegada de cruceros aún no se han discutido.
El Ministerio de Turismo de Maldivas ha anunciado que las medidas anteriores estarán vigentes al menos hasta septiembre de 2020. En cuanto a las medidas sanitarias, se entiende que su implementación corresponde con las medidas tomadas en otros países, pero los costos involucrados no lo son. Desde los anuncios, gran parte de los hoteleros maldivos se ha declarado en protesta. En Facebook, por ejemplo, Shanoon Khalid, fundador y CEO de Adore Maldives, ha expresado su desacuerdo en una especie de carta abierta al primer ministro Ibrahim Solih, y le dice que “ponga fin a estas tonterías”.
Para un país donde el 56,6% de su producción económica es generada por el turismo, según el WTTC, es incomprensible adoptar este enfoque para impulsar el turismo. La verdad es que solo se puede llegar a dos conclusiones: las agencias gubernamentales o sus funcionarios simplemente quieren ganar dinero extra; o Maldivas, después de haber pasado de ser un destino de lujo a uno masivo, ahora quiere volver a centrarse en los turistas de lujo, al menos por ahora. También es bastante cuestionable si aquellos turistas que no rehúyan de estos honorarios estarían dispuestos a someterse a pruebas de PCR al llegar al país, y luego esperar los resultados en una semi-cuarentena. Muchos esperan que Maldivas no implemente esta propuesta.