Mientras los países siguen levantando las restricciones contra la COVID-19, el mundo del turismo se prepara para poner de nuevo en marcha una industria diezmada hasta lo irreconocible en los últimos dos años.
En este contexto, uno de los mayores mercados turísticos del mundo (Estados Unidos) espera un importante impulso de los viajes en los próximos meses, según los últimos datos.
Más del 80% de los estadounidenses viajarán
Los dos últimos años han sido muy difíciles para el turismo estadounidense, pero a medida que se van levantando las restricciones, la disposición a viajar de los estadounidenses es mayor que nunca.
Según un reciente informe de The Vacationer, más del 80 % de los adultos estadounidenses (208 millones de personas) quieren hacer al menos un viaje este verano. Esto supone un aumento del 12 % y de 35 millones en comparación con las cifras del año pasado.
Plataformas de reserva como Vrbo, Hopper y Kayak también han registrado el aumento de la demanda en medio de la relajación de las restricciones. Los costes adicionales de los pasajes de avión y los viajes en coche debido al aumento de los precios del combustible tampoco parecen ser un obstáculo.
Los datos revelan que el ritmo de reservas para los viajes de primavera es un 49% mayor que para esta misma época del año pasado y un 26 % mayor que antes de la pandemia. Vrbo, por ejemplo, ya ha superado la demanda del verano pasado en un 15 %.
No obstante, hay que señalar que la guerra en Ucrania ha influido en el comportamiento de los viajes de los estadounidenses, que ahora prefieren los viajes nacionales (74 %). En general, cuanto más joven es el encuestado, más probable es que se incline por viajar al extranjero este verano.
Hay que señalar, sin embargo, que los estadounidenses parecen preferir destinos como México, América Central y el Caribe en lugar de Europa. Hopper, por ejemplo, ha observado que las reservas estadounidenses a Europa han caído del 21 al 15 % desde mediados de febrero.
Paquete economico en camino
Además de un aumento de la demanda de viajes, el turismo estadounidense también recibirá un importante impulso financiero para una recuperación constante en el periodo pospandémico.
Hace unos días, el Congreso de Estados Unidos aprobó una "ley ómnibus" (una ley que abarca una serie de cuestiones distintas o no relacionadas) que asigna 1,5 billones de dólares de financiación gubernamental a diversas instituciones de todo el país.
Entre otras cosas, Brand USA, la agencia de marketing turístico de Estados Unidos, recibió una financiación de 250 millones de dólares. La Asociación de Viajes de EE.UU. (USTA) calificó este hecho de "gran victoria para todo el sector turístico estadounidense".
Pero no sólo Brand USA se ha beneficiado de este auge legislativo. En el proyecto de ley Omnibus se han considerado otras numerosas iniciativas con un impacto directo en los viajes.
Por ejemplo, se ha ordenado al Departamento de Estado de EE.UU. que mejore los tiempos de espera, a veces excesivos, en la tramitación de las solicitudes de visado. Debe presentarse un informe al Congreso en el que se detallen los factores que provocan los retrasos y se examine la viabilidad de hacer menos entrevistas en persona y más mediante videoconferencia.
Además, se ordenó a la Administración Federal de Carreteras que designara corredores de combustibles alternativos para apoyar el tráfico de viajes y turismo y que fueran coherentes con el Plan Estratégico Nacional de Infraestructuras de Viajes y Turismo.
Al mismo tiempo, la Administración de Seguridad del Transporte (TSA en inglés) tendrá que presentar un informe al Congreso en el que se identifiquen los aeropuertos con y sin CAT (Tecnología de Autenticación de Credenciales por sus siglas en inglés) y un plan para la adquisición y despliegue de sistemas CAT en todos los aeropuertos de la nación.
Por último, se ha aumentado la financiación de los parques nacionales en 142 millones de dólares y se ha autorizado al Departamento de Interior a transferir fondos a la Administración Federal de Carreteras para proyectos de transporte en los parques nacionales.
En definitiva, se trata de un movimiento en la dirección correcta para el sector en Estados Unidos. Dado que el deseo de viajar vuelve a aumentar y los fondos adicionales están en camino a las arcas correspondientes, se avecinan días mejores para el turismo estadounidense.
