Ha culminado un año desastroso para el turismo en Italia. Debido a la pandemia del COVID-19, las actividades turísticas se han desplomado hasta llegar a niveles de 1969, según lo informó la asociación italiana de turismo Assoturismo Confesercenti.
El número de pernoctaciones desciende un 55%. A diferencia de 2019, se registraron 157,1 millones menos pernoctaciones de visitantes extranjeros. Además, se perdieron otros 83,6 millones de pernoctaciones de turistas nacionales. La situación es bastante crítica en la península de los Apeninos.
Los problemas continuarán en el 2021
El desplome del turismo está asociado a un descenso en consumo que suma unos 50.000 millones de euros, según un estudio de la asociación.
Debido al cierre y las restricciones, solo durante las vacaciones de Navidad, Italia perdió 3,5 millones de turistas italianos y extranjeros, los cuales habrían representado para el sector una facturación de aproximadamente 1.200 millones de euros.
El turismo en Italia, que representa el 13% del producto interno bruto del país, también prevé problemas considerables en el 2021. “Es difícil suponer que el turismo se reiniciará antes de la segunda mitad de 2021”, dijo Vittorio Messina, presidente de Assoturismo Confesercenti.
Efectos sin precedentes
A nivel mundial, Italia se vio muy afectada por la crisis del COVID-19. Durante la primavera, viajar con tantas restricciones apenas era posible. Se vio una leve recuperación en los meses de verano cuando Italia relajó las medidas, pero al mismo tiempo, esta decisión fue vista como una razón para el nuevo brote de infecciones a fines de 2020.